Este es un post un poco más personal en comparación con los que he escrito en este blog.

No sé si sabrás que soy madre de 2 niñas. La mayor va camino de 7 años y la pequeña de 3.

Aunque siempre me preocupó la alimentación, no fue hasta cuando me quedé embarazada cuando empecé a leer y aprender mucho más sobre ella.

Mi único deseo por aquel momento era llevar un embarazo saludable, para que mi niña naciera sana, que probara todos los alimentos posibles desde que estaba en mi barriga.

Seguí aprendiendo también después de que naciera, y con el caos del trabajo, la casa, ella… vamos, la vida de muchas madres de hoy en día, me resultaba complicado el seguir una alimentación sana. Terminaba por recurrir a lo fácil, un bocadillo de lo que fuera, una pizza, unos san jacobos… Pero llegó un momento en el que dije, se acabó, no puede seguir la cosa así.

Ella empezó en la Escuela Infantil con 5 meses y medio, y en cuanto tuve el menú suyo en la mano me puse a crear uno parecido para nosotros, y también a crear las cenas completando esas comidas que ella hacía en la escuela.

Recuerdo que me pasé un par de tardes con ello. Pero también te digo que no planifiqué un menú, sino que fueron dos menús mensuales, para poder ir cambiando y no aburrirnos.

Fue la mejor decisión que tomé.

Se acabó esa frase que muchas mujeres solemos decir: y mañana, ¿Qué hacemos de comer?

 

Creíamos que ya teníamos la solución.

La noche de antes mirábamos lo que tocaba el día siguiente y ya, al llegar a casa nos poníamos a cocinar.

Pero con el paso de los días nos dimos cuenta que algo no funcionaba, seguíamos sin aprovechar el tiempo que pasábamos en la cocina.

Si bien ya no teníamos que andar pensando, sí que teníamos que cocinar y yo no estaba muy satisfecha con ello.

Y no porque no me guste cocinar, al contrario, me gusta mucho, sobre todo probar recetas nuevas. Si no porque quería simplificar todo al máximo. Y eso significaba, reducir las veces que cocinábamos durante la semana.

Y ahí di con la solución. Cocinar y congelar. Cocinar para varios días. Esa sí que fue una “receta mágica”.

cómo logré perder 12 kg con el meal prep saludable #mealprep #perderpeso

 

A esto se le conoce como meal prep, meal prepping o food prepping. Para nosotras meal prep, que es más fácil y más rápido jjj.

Vamos, que yo no lo inventé.

Fundamentalmente, el meal prep significa dejar preparada la comida con antelación. Desde lavar, cortar y conservar para el meal prep más básico hasta el cocinar y empaquetar, incluso dividido en las porciones ya listas para comer que sería el avanzado.

Así que, con los menús ya planificados, solo tuve que hacer algunas modificaciones para que se adaptaran a un buen meal prep. Lo siguiente fue elegir un día a la semana para cocinar, normalmente el domingo, ya fuera por la mañana o por la tarde.

Esto dependía de lo que tocara comer el domingo. Así, si usaba el horno para preparar la comida de ese día, ya aprovechaba que estaba encendido para preparar el resto de comidas de la semana.

Y con el tiempo, una vez que ya lo teníamos más establecido en la rutina, mi peso empezó a bajar, ¡hasta 12 kilos he perdido! Mi vitalidad y estado físico son mucho mejor ahora. Y también hemos consolidado unos buenos hábitos saludables ya que, al tener la comida organizada y preparada, no había lugar para los antojos ni ataques de ansiedad.

Y si esto sucedía siempre teníamos fruta picada en el congelador para un rápido y rico smoothie?

¡Y por no hablar del buen ejemplo que le estamos dando a las niñas!
Y tú también puedes conseguirlo. Solo tienes que adaptar este método a tu día a día, a tu ritmo de vida.

Puedes prepararlo todo, como decía antes, a un nivel avanzado, o dejar listo los acompañantes de tu plato principal para luego servirlo junto a algo que hagas en el momento, así lo que antes te llevaba 1 hora, ahora son 30 minutos.

 

Esto te lo cuento para que veas que es posible perder peso, comer sano y tener tiempo libre en la semana.

Si has sido capaz de probar muchas dietas es porque tu fuerza de voluntad es mucha, tu motivación también.

Sólo tienes que dar un paso más y cambiar hábitos alimenticios, dar cabida en tu alimentación a esos alimentos que quizá hayas restringido en algún momento, como los hidratos y las grasas. Si eliges alimentos saludables, todo irá sobre ruedas.

Si llegado ese momento, necesitas ayuda, podemos trabajar juntas para que lo logres.

 

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